Manuel
Álvarez-Laviada y Alzueta, escultor y profesor. Nació en
Trubia, perteneciente al concejo de Oviedo (Asturias) en 1892 y murió
en Madrid en 1958 a los 66 años de edad.
Está considerado como uno de los mejores escultores de su tiempo en España.
Está considerado como uno de los mejores escultores de su tiempo en España.
Familia
Fue
hijo de Paulino Álvarez-Laviada, abogado y escritor, y hermano de
Fernando Álvarez-Laviada, escritor. Así mismo, era sobrino del
escultor Cipriano Folgueras, con quien se inició en la
escultura.
Formación
Se
formó artísticamente, con una beca que obtuvo para estudiar en la
Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid.
Estancia
en Roma
En
1921 obtuvo una de las dos plazas de pensionado para la sección de
escultura en la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Su
estancia en la capital italiana se prolongó hasta 1928, etapa en la
que forjó su estilo a partir de la influencia de artistas que
configuran el denominado Novecento como Morbiducci, Mascherini y
Conti, de quienes toma su ambición monumental y constructiva.
Realizó
a su vez numerosos viajes por Europa en los que destaca la atracción
que sobre el artista ejerció Grecia.
Docencia
Ganó
por oposición, en 1935, la cátedra en la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando de Madrid.
Exposiciones
Fue
reacio a participar en exposiciones, pero realizó dos esculturas que
le valieron su consagración como artista: Diana Cazadora que
fue segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de
1926, y Las Dríadas, primera medalla en la Exposición
Nacional de Bellas Artes de 1930.
En
1932, participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes, donde
presentó tres de las cuatro figuras de obreros que, al año
siguiente se instalarían en el monumento a José Tartiere en Oviedo.
Guerra
Civil (1936/39)
Durante
la Guerra Civil, su labor como escultor quedó relegada a un segundo
plano, dedicándose a colaborar con la Junta de Defensa del
Patrimonio Artístico, constituida con el objetivo de salvar de la
destrucción las obras de arte.
Finalizada
la contienda, reanudó su actividad que se concretó fundamentalmente
en la realización de encargos en colaboración con el arquitecto
madrileño Luis Moya.
Obras
Diversos
museos e instituciones cuentan con obra suya como la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando y el Museo de Bellas Artes de Asturias.
Su escultura monumental se encuentra presente en diversas ciudades
españolas.
Gran
parte de su obra la realizó para la Universidad Laboral de Gijón.
Sus obras más destacadas son:
-
Diana cazadora, 1929, reproducción realizada por Manuel
Álvarez Agudo en 1967.
Parque
de Isabel, la Católica, Gijón.
-
Driadas, 1930, reproducción realizada por Manuel Álvarez
Agudo en 1962, Parque de Isabel, la Católica, Gijón.
-
Monumento a Leopoldo Alas “Clarín“, 1931 realizada
en colaboración con Víctor Hevia Granda. Campo de San
Francisco, Oviedo
-
Monumento a José Tartiere, 1933, realizada en colaboración
con Víctor Hevia, Campo de San Francisco, Oviedo
-
Alegoría, 1950, Parque de Isabel, la Católica, Gijón,
-,
1951, Parque de Isabel, la Católica, Gijón
Monumento
a Nicanor Piñole, 1951, Parque de Isabel, la Católica,
Gijón
-
Monumento a Evaristo
Valle, 1951, Parque de
Isabel, la Católica, Gijón
-
Monumento a la Inmaculada, 1954, Rincón de la Aduana,
Pamplona, Navarra
-
Monumento a Fleming, 1955 realizada en colaboración con Luis
Moya, Parque de Isabel, la Católica, Gijón
-
Monumento a los Héroes del Simancas, 1958 realizada en
colaboración con Luis Moya, Colegio de la Inmaculada, Gijón
-
Monumento a Manuel Suárez, década de los años 50, Parque
Nuevo, La Felguera, Langreo, Asturia
- Monumento
a Manolete. Córdoba 1956
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